Origen de la Quinua
La quinua es una planta andina originaria del
altiplano boliviano y peruano. Muestra la mayor diversidad de genotipos y
progenitores silvestres en los alrededores del lago Titicaca. Se calcula que su
domesticación se inició más de 7.000 años antes de Cristo.
Durante las civilizaciones tiahuanacota e incaica, este cultivo tenía gran importancia en la alimentación y en el intercambio con alimentos producidos fuera de la zona altiplánica [3]. Además, era representada en la cerámica con varias panojas distribuidas a lo largo del tallo.
Durante las civilizaciones tiahuanacota e incaica, este cultivo tenía gran importancia en la alimentación y en el intercambio con alimentos producidos fuera de la zona altiplánica [3]. Además, era representada en la cerámica con varias panojas distribuidas a lo largo del tallo.
En la época de la colonia la quinua fue relegada a
un segundo plano, se la consideraba un cultivo y alimento de las clases pobres
e indígenas, situación que continuó en el periodo de la república. Sin embargo,
con el redescubrimiento de sus propiedades nutritivas sobresalientes ha
recobrado su importancia, convirtiéndose en un producto de exportación.
Por tal razón, en la actualidad, el cultivo tiene
distribución mundial y se lo puede encontrar en América, desde Norteamérica y
Canadá, hasta Chile; en Europa, Asia y África. En Bolivia, está
distribuida tanto en el altiplano (norte, central y sur), valles interandinos y
en los salares existentes al sur, con características propias y peculiares de cultivo,
uso y transformación.
A nivel nacional la producción de quinua es la
principal fuente alimenticia y de ingresos económicos de gran parte de las
comunidades campesinas del Altiplano boliviano. En algunas zonas es cultivada
con un gran potencial agro ecológico y tecnológico, principalmente en manos de
pequeños agricultores con una cultura agrícola milenaria. Los sistemas de
producción tradicional se han adaptado durante miles de años a las condiciones
específicas de los ecosistemas que actualmente son valorados por la utilización
racional, eficiente y diversificada en armonía con el ecosistema y adaptados
para soportar las inclemencias climáticas y factores adversos de suelo. El
cultivo tradicional de quinua es compatible con la producción orgánica
[3], puesto que se mantienen sistemas tradicionales de producción.
En Bolivia, las zonas de producción se encuentran
en el altiplano sur, central y norte y la zona de los valles, donde unos 75.000
pequeños productores se dedican al cultivo de la quinua.
El Altiplano norte es la zona circunlacustre donde
las condiciones de clima y suelo son relativamente favorables. En ésta se
cultiva una diversidad de especies y la quinua entra en rotación después de la
papa y otros tubérculos o leguminosas. Las variedades nativas que predominan
son las dulces aunque también se tiene variedades de grano amargo.
El Altiplano central presenta una
precipitación anual de alrededor de 400 mm con suelos relativamente fértiles,
donde la quinua rota después de la papa. Las variedades que se cultivan en
estas zonas son las de grano amargo y dulce. Todas las nativas del altiplano
central son de grano mediano a pequeño.
El Altiplano sur es la zona más
seca y fría, en relación a otras, la precipitación pluvial oscila entre 60 y
200 mm por año. Allí la producción de quinua es la única que genera ingresos y
proporciona seguridad alimentaria a la población de escasos recursos. No hay
otros cultivos que puedan participar en la rotación, por lo cual, el sistema de
producción es de monocultivo (cultivo de una sola especie en una superficie de
terreno), por tal razón esta zona se constituye en la principal productora
de quinua del país.
La introducción de tractores y el
arado de disco en la década de los años 70 y la amplia difusión de la quinua en
la década de los 80, junto a los atractivos precios a nivel internacional,
promovieron la actual explotación en grandes superficies de terrenos,
incentivando la práctica del monocultivo de la quinua, la disminución de los
años de descanso y el mayor empleo de maquinaria. Siendo el Altiplano una
región muy susceptible a la erosión y degradación de los suelos.